Empezó en un taller de coches y terminó en la NASA

Por Ruta 401

El camino que muchas personas han tenido que seguir hasta conseguir sus sueños habrá estado, seguramente, lleno de dificultades y sacrificios, pero, con esfuerzo y perseverancia, todo se puede superar. Así lo demuestra el caso de Andrew J. Feustel, un astronauta que comenzó su carrera hacia el espacio trabajando en un taller de coches.

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Andres J. Feustel: de profesión, astronauta

Si hoy en día le echamos un vistazo a la biografía de Andrew Feustel veremos que en su currículum figura que es astronauta, y que algunos de sus logros más importantes son haber estado dos veces en órbita a bordo de la Estación Espacial Internacional, una como ingeniero y otra como comandante (y lo hará una tercera vez en marzo de 2018).

Sin embargo, durante sus años de juventud, su vida profesional y académica se desarrolló en el ámbito de la automoción.

De trabajar en un taller, a la Estación Espacial Internacional

Según el propio Feustel, la afición por la mecánica y por arreglar cosas con sus propias manos le viene desde pequeño, al igual que el gusto por los coches. De hecho, cuando todavía tenía 13 años comenzó a arreglar un Ford Mustang del 67, que terminó 5 años más tarde.

Otra de las grandes pasiones de nuestro protagonista era el universo: “crecí viendo shows como ‘Lost in Space’, así que siempre estuve interesado en la exploración espacial”. Sin embargo, cuando era pequeño no sabía que eso sería lo que le iba a deparar el futuro.

Su primera parada profesional fue en un taller de coches llamado International Autoworks. Simplemente se presentó con un amigo y, al ver su desempeño, le ofrecieron un puesto de trabajo. Lo compaginaba con sus estudios de diseño automotriz en el Oakland  Community College, cerca de Detroit, EE.UU, la cuna de la industria del automóvil.

Tras tres años trabajando en este taller, Feustel comenzó sus estudios en la Universidad de Purdue, donde se matriculó en geología y geofísica.

Una vez terminados sus estudios, Feustel buscaba una manera de encontrar el acomodo profesional perfecto que le permitiera poner en práctica sus conocimientos de diseño, geología y su pasión por el espacio. La oportunidad le llegó con una oferta de trabajo en ExxonMobil, en Houston, Texas, cerca de una de las sedes de la NASA.

Feustel narra como allí veía todos los días astronautas yendo hacia la base, lo que día a día alimentaba en él un pensamiento: él también quería ser uno de ellos. Así, en 1999 se apuntó al programa de la NASA, junto con otros miles de candidatos, y en el año 2000 fue seleccionado.

Desde entonces, una parte de su vida ha estado centrada  fuera de nuestro planeta, pero no ha dejado atrás otros gustos antiguos más terrenales. Así lo demuestra en su biografía de la NASA, donde destaca que aún es miembro del BMW Car Club of America y el organizador del Purdue University Grand Prix, una conocida carrera de karts que se celebra en dicha universidad de forma anual.

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Categorias: Curiosidades