Fuga de gas frigorífico síntomas, normativa y cómo evitarla

Por Ruta 401

Uno de los trabajos más meticulosos y laboriosos que se pueden realizar en el taller es una reparación del sistema de aire acondicionado o de una posible fuga de gas frigorífico, cuyos síntomas se detallarán más adelante. Además, esta intervención puede entrañar riesgos de seguridad en el taller, poniendo en riesgo tanto la salud de los trabajadores como el medio ambiente, debido a las emisiones nocivas que se pueden generar durante el procedimiento.

Por los riesgos citados, es fundamental evitar a toda costa que se produzca una fuga durante una reparación del sistema de aire acondicionado o durante la recarga de gas. Igual que también es importante verificar la ausencia de fugas en cada mantenimiento preventivo, ya que eso puede evitar que la avería se haga mayor. 

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Cómo detectar una fuga de gas frigorífico: síntomas y métodos de detección

Para detectar una fuga de gas refrigerante, los síntomas claros son la pérdida de potencia y la pérdida de eficacia de enfriamiento en el funcionamiento del aire acondicionado. 

La fuga puede existir en las siguientes partes del circuito:

  • Uniones, abrazaderas y tuberías
  • Compresor
  • Radiador
  • Evaporador
  • Filtros secadores
  • Interruptores de presión
  • Conectores de alta y baja presión
  • Válvula de expansión

El método de detección de fugas más común consiste en añadir un aditivo de contraste en el líquido refrigerante y localizar la fuga mediante una lámpara ultravioleta. Para ello es conveniente emplear unas gafas especiales que potencian el color llamativo del líquido y ayudan en la detección. 

Existen otros modos de comprobación como es el caso de la detección electrónica mediante nitrógeno. En este caso, se llena el circuito con nitrógeno y se observa si se mantiene la presión constante. Si la presión desciende es señal de que existe una fuga de gas refrigerante, es un síntoma. Esta fuga se puede detectar gracias a un “silbido”. Se trata de un método muy preciso que permite descubrir fugas más pequeñas en lugares inaccesibles, como por ejemplo el evaporador.

Normativas sobre los gases que se emiten en el taller

Debido a la fuerte conciencia que la sociedad ha tomado respecto al medio ambiente, las normativas antipolución cada día son más exigentes. Por este motivo, es imprescindible conocer qué tipo de gases se manipulan en el taller y cerciorarse de que cumplen con la normativa vigente. Además, es fundamental la formación de los técnicos de taller, ya que deben conocer cómo almacenar estos productos y cómo reaccionar en caso de que ocurra una emergencia con alguna sustancia de este tipo. 

Una fuga de gas puede hacer que el taller se enfrente a multas que oscilan entre los 3.000 € y los 600.000 € o, incluso, puede llevar a un cierre temporal del taller de reparación de vehículos por un plazo de hasta cinco años.

La actividad del taller no solo implica el riesgo de evacuación de los gases del aire acondicionado. Existen otro tipo de emisiones de partículas contaminantes atmosféricas, como por ejemplo las de la combustión de calderas, cabinas de pintado y motores, o las emisiones derivadas del pintado de vehículos y del consumo de disolventes, entre otros.

La Ley 34/2007 es la ley básica para la prevención de la contaminación atmosférica y  establece el catálogo de actividades potencialmente contaminantes, que recibe el nombre de CAPCA.

Teniendo esto en cuenta, el taller debe consultar este catálogo para saber a qué grupo pertenece teniendo en cuenta las actividades potencialmente contaminantes que desarrolla y cómo debe ser su protocolo de actuación. Las instalaciones que realizan trabajos empleando las sustancias más peligrosas pertenecen al grupo A, al que se le aplican requisitos más exigentes que a las de los grupos B o C. Además, en cada comunidad autónoma se establecen criterios diferentes para este tipo de actividades.

Tipos de gases contaminantes y su regulación

Los diferentes gases fluorados y sustancias nocivas que afectan a la capa de ozono se regulan mediante una serie de reglamentos y Reales Decretos:

  • El Real Decreto 115/2017, de 17 de febrero,  que regula la comercialización y manipulación de gases fluorados y equipos basados en los mismos, así como, la certificación de los profesionales que los manipulan. Además,  este establece todos los requisitos técnicos para las instalaciones que desarrollen actividades que emitan gases fluorados.
  • El Real Decreto 795/2010, de 16 de junio, que regula, por un lado, la comercialización y manipulación de gases fluorados y equipos basados en los mismos; y, por el otro, la certificación de los profesionales que los utilizan.
  • El Reglamento CE n.º 1005/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de septiembre de 2009, que trata sobre las sustancias que agotan la capa de ozono.
  • La Directiva 2006/40/CE, que hace referencia a las emisiones procedentes de sistemas de aire acondicionado en vehículos de motor.

Consejos para evitar las diferentes fugas de gas en el taller

A continuación se citan una serie de consejos para la manipulación de los gases refrigerantes de los vehículos que podrían provocar incidentes (explosiones, incendios, escapes de gas, etc.) en el taller, si se produce una fuga de gas refrigerante:

  • Asegurarse de que los técnicos de taller que manipulen los sistemas frigoríficos con refrigerantes fluorados en vehículos tengan la certificación profesional necesaria.
  • Almacenar el gas refrigerante del aire acondicionado en botellas específicas para este fin y entregarlo adecuadamente al gestor de residuos peligrosos. 
  • Devolver los envases de refrigerante al gestor de residuos peligrosos autorizado para que realice una gestión completa del producto.
  • Comprobar que el sistema del aire acondicionado del vehículo no tiene fugas y realizar las reparaciones necesarias, en caso de detectarse una fuga de gas refrigerante por sus síntomas, antes de realizar la recarga del gas para evitar recargas innecesarias.
  • No recargar el sistema del aire acondicionado del vehículo con gas R134a ni retroadaptarlo para su uso en los vehículos nuevos que no lo traen de origen a partir del 01/01/2011. El R134a ya no se puede utilizar en vehículos nuevos y los fabricantes se ven obligados a utilizar otro tipo de gas como es el  HFO-1234yf. Este producto tiene una menor capacidad de enfriamiento y eficiencia energética que el R134a, sin embargo, emite menos gases de efecto invernadero a la atmósfera y es un gas no tóxico.
  • No adquirir recipientes no recargables a menos que se hayan fabricado antes del 04/07/2007.
  • El fabricante debe determinar el tipo de gas a utilizar en cada vehículo. Esta información se puede consultar en el vano motor, ya que los fabricantes colocan adhesivos en este con el tipo de gas y la capacidad total del circuito.

Pero no solo en las actividades de pintura o de reparación de aire acondicionado se corre el riesgo de una evacuación de gases peligrosos. Los gases de escape de los motores de combustión interna emiten al exterior monóxido de carbono, un gas incoloro, inodoro y muy tóxico. El personal debe ser consciente de los peligros de la exposición a esta sustancia, sobre todo cuando los vehículos se encuentran en plataformas de reparación, garajes o instalaciones de lavado con el motor en marcha. En estos casos, es fundamental colocar el extractor de humos en el tubo de escape del vehículo para evacuar los gases.

Otra actividad del taller que puede implicar riesgo para los operarios por emisión de gases es la soldadura, ya que esta técnica emplea gases que pueden ocasionar riesgo de incendio. Es fundamental instalar dispositivos de ventilación por aspiración local o de protección respiratoria para garantizar un clima adecuado en el espacio de trabajo.

Para finalizar, se debe mantener un sistema de ventilación en todo el taller para poder facilitar la eliminación de gases nocivos. Además, se deben mantener tapados todos aquellos recipientes que contengan sustancias tóxicas, establecer una zona de trabajo especial para trabajos de pintura que tengan un sistema de extracción localizada y mantener al día la sustitución de filtros de cabinas. Este tipo de medidas ayudan a evitar un posible incidente en las instalaciones y su entorno a causa de una fuga de gas.

Conclusión

Si se quieren evitar anomalías en el sistema de aire acondicionado, la forma más eficaz es realizar revisiones periódicas y comprobar el comportamiento de este. Es importante detectar las fugas de gas refrigerante y sus síntomas, ya que cabe recordar que, si existe una fuga y no se repara adecuadamente, no va a servir de nada una nueva recarga, tarde o temprano el sistema de aire acondicionado va a dejar de funcionar de nuevo.

Guía Seguridad en el taller

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