¿Cómo cambiar la correa de distribución?

Por Ruta 401

Cuando se tiene que cambiar una correa de distribución, es imprescindible hacerlo correctamente, ya que se trata de un elemento fundamental del sistema de transmisión del vehículo.


Correa_opt

¿Qué es la correa de distribución?

La correa de distribución es uno de los elementos más utilizados en los sistemas de transmisión, y también uno de los que puede causar más averías y problemas en los vehículos si no se le concede la atención adecuada o no se le hace un buen mantenimiento. Es importante tener esto muy en cuenta, porque la rotura de la correa puede ocasionar averías en otros componentes del sistema de transmisión (válvulas, piñones,  cigüeñal, etc.), lo que podría traducirse en la necesidad de reemplazar el motor entero.

¿Cuál es su función?

La función principal de la correa de distribución es sincronizar el árbol de levas y el cigüeñal, es decir, gobernar la apertura y cierre de las válvulas en consonancia con la admisión y escape de los cilindros.  No obstante, la correa de distribución también puede accionar otros componentes del vehículo, como la bomba de agua. 

Mantenimiento de la correa de distribución

A diferencia de las cadenas de distribución, las correas son más ligeras y menos costosas pero, por contra, su duración es más limitada.

La correa de distribución es un elemento de desgaste que debe revisarse periódicamente y sustituirse siguiendo siempre las indicaciones marcadas en el libro de mantenimiento. ¿Cada cuánto se tiene que cambiar la correa de distribución? Cada fabricante estipula un periodo de sustitución concreto en función del modelo de motor y tipo de vehículo. Normalmente, se recomienda cambiar la correa de distribución entre los 70.000 y los 130.000 km, o bien entre los cinco y seis años, puesto que las correas son de caucho y el paso del tiempo deteriora este material. Sin embargo, cabe señalar que los grandes avances en el desarrollo de nuevos materiales están permitiendo aumentar estos tiempos de sustitución. 

Además, debe tenerse en cuenta que el deterioro y la necesidad de cambiar la correa de distribución también depende del uso que se le haya dado al vehículo. Por ejemplo, circular habitualmente por lugares donde hace un excesivo frío o calor, o donde hay mucha humedad, al igual que dar al vehículo un uso continuado en entornos urbanos, podría implicar la disminución en un 20 o 30% de la vida útil de la correa de distribución.

El mantenimiento básico de la correa consiste en comprobar que no existan grietas, roturas o signos de desgaste en ella. Por otro lado, es primordial asegurar que su tensado es el adecuado y comprobar que los tensores y los diversos engranajes y cojinetes se encuentran en óptimo estado de funcionamiento.

Cuando hay que cambiar la correa de distribución, también es necesario cambiar los rodamientos tensores y la bomba de agua.

Cabe recordar que sustituir la correa de distribución cuesta, como mínimo, unos 300 euros, pero no cumplir con el mantenimiento correcto o no realizar su sustitución a tiempo podría implicar la renovación completa del motor, que es una operación mucho más costosa.

¿Cómo cambiar la correa de distribución?

A continuación, se describen los pasos que debe realizar un profesional del taller para sustituir una correa de distribución:

  1. Desconectar la batería.
  2. Elevar el vehículo y extraer la rueda oportuna (que está indicada en la ficha técnica) para tener acceso al motor y a la propia correa. 
  3. Retirar, si es necesario, la correa de accesorios y las protecciones de la distribución.
    El acceso a la correa de distribución puede ser distinto según el modelo de vehículo, por lo que es posible que se requiera el desmontaje de la correa de accesorios.
    Para tener acceso a los emplazamientos para la sincronización de los apuntalamientos, es necesario desmontar también las protecciones de la distribución. 
  4. Bloquear las poleas apuntalando el motor tal y como se especifique en la ficha técnica. Es posible que, para realizar este paso, se requiera de una llave especial del fabricante.
  5. Girar el motor con el tornillo del cigüeñal hasta encontrar la posición de alineación. En este momento, se debe marcar la posición de las poleas con respecto al motor y la correa para garantizar una correcta sincronización una vez instalada la nueva correa.
  6. Aflojar los rodillos tensores y retirar la correa de distribución. El modo de aflojar estos rodillos depende del modelo del componente, ya que pueden ser de tensión automática, de resorte, con elevador hidráulico o manual.
    Una vez desmontada la correa, deben extraerse los rodillos para poder sustituir la bomba de agua. Este es el momento de renovar, si fuera necesario o requerido por el fabricante, los tensores, engranajes y cojinetes. Normalmente, todo lo que el fabricante manda sustituir se comercializa junto en un “kit de distribución”.
    También se recomienda la sustitución del retén del cigüeñal o, al menos, su revisión. En ambos casos, es recomendable limpiar la zona correctamente con un limpiador de base solvente que no deje residuos, como LOCTITE SF 7063
  7. Trasladar las marcas de la correa antigua a la correa nueva e instalarla, con la ayuda de las marcas realizadas previamente.
    Posteriormente, debe ajustarse la tensión del rodillo, girar varias veces el motor con el tornillo del cigüeñal y verificar que la correa está correctamente alineada.
  8. Volver a instalar las protecciones en caso de que haya sido necesario retirarlas.
  9. Volver a conectar la batería.
  10. Purgar el líquido de refrigeración de la bomba de agua.
  11. Arrancar el coche y acelerarlo varias veces para comprobar que la operación ha sido exitosa, prestando especial atención al sonido del motor. Si la correa está muy tensa, va a producir un silbido al acelerar y al ralentí; en cambio, si está floja, va a vibrar y se va a percibir una especie de zumbido al desacelerar.
  12. Volver a colocar la rueda extraída. 

Conclusión

Por la importancia que la correa de distribución tiene en el correcto funcionamiento del vehículo, es fundamental respetar el mantenimiento periódico estipulado por el fabricante, puesto que, como ya se ha explicado, su rotura puede causar una grave avería que obligue a la sustitución del motor.

Además, a la hora de cambiar la correa de distribución, es primordial seguir estrictamente los pasos marcados por el fabricante y que, de forma general, se han expuesto en este post. Esta operación es delicada, ya que el operario se debe asegurar de que los movimientos de las válvulas y los pistones estén sincronizados y que, por lo tanto, ayuden a garantizar la vida útil del motor.

Fecha de actualización: 15 de marzo

New Call-to-action

Categorias: Seguridad