¿Debe mi taller contar con insonorizantes acústicos de pared?

Por Ruta 401

La exposición al ruido dentro del taller es un riesgo para la salud de los empleados. Además, los trabajos que se llevan a cabo en él también pueden ser una fuente de ruidos que afecte a locales o viviendas cercanos. Ambos motivos obligan a los talleres a tomar medidas preventivas en términos de aislamiento sonoro, esencialmente mediante el uso de insonorizantes acústicos de pared.

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En las siguientes líneas te explicamos qué dice el reglamento en cuanto a los ruidos que pueden o no producir este tipo de negocios y qué clases de insonorizantes existen. Además de hablar sobre las posibilidades de aislamiento de las zonas que emiten ruidos mayores.

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Reglamento en cuanto a la insonorización de talleres

Hablando en términos legales, la reglamentación en materia de seguridad e higiene laboral, regulada por el Real Decreto 1316/89, no obliga a insonorizar ningún local. Lo que sí hace es limitar el nivel de decibelios máximo en función del tipo de exposición. Ya que tanto riesgo puede conllevar una exposición corta a un ruido fuerte como una exposición larga o intermitente a un sonido menos agresivo para el oído. De ahí que en muchos casos sea necesario el uso de insonorizantes.

A grandes rasgos, puede decirse que todo sonido que supere los 80 dB puede causar daños auditivos. Así, en los casos en los que no pueda minimizarse el ruido, el taller debe proveer a los trabajadores de protectores auditivos convenientes (cascos, tapones, etc.). Estos son necesarios, por ejemplo, durante el uso de máquinas que empleen un compresor (como una cabina de pintado) o cuando se utilicen máquinas cuyos trabajos generen ruido (como lijadoras o radiales, entre otras).

¿Qué soluciones insonorizantes existen?

Para poder reducir la contaminación acústica en el interior de un taller y en sus alrededores, deben tenerse en cuenta tres conceptos clave. El primero es el nivel de aislamiento acústico de los muros; el segundo, el nivel de absorción del sonido del revestimiento interior; y el tercero, el nivel de protección contra las vibraciones de las máquinas.

El aislamiento acústico de las paredes de un taller evita que los ruidos atraviesen los muros y se transmitan a estancias colindantes o al exterior de la nave y viceversa. Este aislamiento se consigue incluyendo en el cerramiento una capa de material insonorizante. El mercado ofrece paneles prefabricados con aislamiento acústico incorporado. En el caso de que la pared tenga ventanas, el aislamiento se puede conseguir mediante doble acristalamiento.

Los materiales insonorizantes más empleados son los siguientes:

  • Caucho
  • Lanas minerales
  • Algodón, fibra de madera o corcho
  • Aglomerado de espumas

Por otro lado, también es fundamental que los materiales o capas de revestimiento del interior del local, tanto de paredes como de techos o suelos, tengan la capacidad de absorber el sonido. Esto va a hacer que el ruido no rebote en las paredes y no se genere reverberación. En este sentido, es apropiado evitar las superficies acristaladas y optar por paneles o recubrimientos fonoabsorbentes.

Sobre este punto, merece la pena considerar el uso de paneles fabricados con materiales reciclados como solución insonorizante. Estos ofrecen un rendimiento acústico excelente y, a su vez, contribuyen al cuidado del medio ambiente, puesto que evitan la explotación de los recursos naturales.

Por último, es importante considerar el nivel de protección contra las vibraciones de las máquinas, ya que tan importante es el aislamiento sonoro como evitar las fuentes de ruido. Existen soluciones insonorizantes para reducirlas. Un ejemplo son las bancadas antivibratorias. Otro las patas antivibratorias o silentblock, que son muy comunes en máquinas herramienta y que, además, facilitan su nivelación. Y otro los suelos amortiguantes, como las losetas de PVC que, además de evitar vibraciones, amortiguan los ruidos provocados por la caída de herramientas y otros objetos.

Aislamiento de zonas con alta contaminación acústica

En el taller existen ciertas zonas o equipos que generan un nivel de ruido muy alto. Para limitar su propagación y evitar que se contamine acústicamente el resto del taller existen ciertas soluciones insonorizantes, a parte de las que ya te hemos comentado en el apartado anterior. Estas son algunas de ellas:

  • Apantallamiento mediante barreras acústicas fijas o móviles (ofrece disminuciones de hasta 15 dB).
  • Carenado de equipos (permite disminuciones de hasta 25 dB).
  • Cabinas y salas insonorizadas (con ellas, la reducción del ruido puede ser superior a los 40 dB).
  • Empleo de puertas y ventanas acústicas.

Conclusión

Ya que la actividad diaria en un taller automotriz genera importantes niveles de ruido, es fundamental contar con un buen aislamiento acústico del local. Para ello, existen muchas medidas insonorizantes, como las que te hemos descrito en este post. Todas ellas contribuyen a garantizar que los operarios puedan desempeñar su trabajo en un ambiente laboral que cumpla con las exigencias marcadas en materia de seguridad e higiene.

 

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Categorias: Seguridad