Los coches voladores ya planean su aterrizaje en el mercado

Por Ruta 401

La idea de los coches voladores no es nueva ni mucho menos. Desde hace décadas, numerosos diseñadores visionarios han querido alcanzar el éxito y las nubes con coches capaces de surcar los cielos con la misma soltura que se movían en el asfalto.

coches-voladores.jpg

La imaginación colectiva se vio apoyada y potenciada, cómo no, por el cine. Así, fueron apareciendo modelos a lo largo de los años, pero siempre a cuentagotas y nunca llegaron a triunfar. Uno de los más mediáticos fue el AVE Mizar, también llamado el Ford Pinto Volador, un prototipo que costó la friolera de 2 millones de euros del año 1973.

El AVE Mizar no dejaba de ser un Ford Pinto con unas alas de avioneta ensambladas. Lo más triste del proyecto es que el vehículo sí que llegó a despegar pero sería su único viaje, ya que los tripulantes (sus creadores) se estrellaron y perdieron la vida trágicamente en este engendro volador. En este vídeo se puede ver el AVE Mizar en todo su esplendor.

Otros de los modelos que lo intentaron antes fueron el AeroCar (1949), el Aeroauto PL 5C (1951) o el Autoplane, creado por R. Lebordeu en 1952.

Se supone que desde aquella época hasta nuestros tiempos han habido muchos avances en el campo de los coches voladores y que nuestras calles deberían estar plagadas de vehículos parecidos a los de la películas Blade Runner, pero aún estamos a la espera...

 

 

Los coches voladores que vienen

Parece que ahora se vive un nuevo auge de iniciativas para poner en el mercado coches voladores. Sin embargo, todos los modelos siguen ofreciendo muchas dudas. Por ejemplo, ¿son realmente coches voladores, o más bien son avionetas que también pueden circular por el asfalto?

Esta duda se mantiene al ver el AeroMobil (en la imagen de portada), uno de los proyectos más serios de coche volador, que ya vimos en la última edición del South by Southwest (SXSW). Se trata de un vehículo biplaza que espera ver su salida el año que viene. Cuenta con una autonomía de 700 kilómetros y está hecho de materiales muy ligeros y resistentes. Pero sigue dando la sensación de ser demasiado aparatoso para circular por carretera y, además, su coste de fabricación es elevado, lo cual seguro que repercute en su precio final.

Otra empresa que ya tiene preparado su propio coche volador es Terrafugia, con su modelo TF-X. Se trata de un vehículo que dispone de hélices al estilo helicóptero, lo cual le permitiría despegar de forma vertical. En el aire, alcanza los 330 km/h y puede volar 800 kilómetros sin repostar; por tierra, dispone de conducción autónoma. Sin embargo, costará unos 200.000 euros y para conducirlo hará falta carnet de piloto, lo que nos lleva de nuevo a preguntarnos: ¿es un coche volador o una avioneta con ruedas grandes?

De lo que no hay duda es que en la industria de la automoción sigue habiendo ganas de innovar y hacer cosas nuevas, por lo que todos los agentes del sector tienen que estar preparados para lo que venga, sean coches voladores, vehículos autónomos o cualquier otro avance tecnológico.

 

New Call-to-action

 

Categorias: Curiosidades