Coches de aluminio: ¿son más caros de reparar?

Por Ruta 401

El peso de sus vehículos es una de las principales preocupaciones de los fabricantes. En la actualidad, los coches incorporan cada vez más elementos de seguridad o confort que provocan que los vehículos se vuelvan más pesados, así que las marcas buscan otras maneras de reducir el peso de sus coches.

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Una de las opciones que está ganando peso y que ya desarrollan marcas como Tesla es la de fabricar los coches de aluminio en lugar de metal o aleación. Se trata de un material mucho más ligero, es resistente a la corrosión y las marcas lo venden como un símbolo y sello de calidad. Sin embargo, es justo decir que el aluminio también presenta algunas desventajas, la mayoría relacionadas con sus costes de fabricación y reparación.

 

¿Son más caros de reparar los coches de aluminio?

Una de las preguntas más evidentes que se hacen los usuarios que están valorando en comprar un coche de aluminio es si éstos son más caros de reparar, y la respuesta es un rotundo. Pero, ¿por qué las reparaciones son mucho más costosas en el caso de los vehículos fabricados en aluminio?

  • En primer lugar, el aluminio resulta de por sí un material más caro que el acero y, hasta la fecha tan solo es usado por algunas marcas y modelos específicos, como Range Rover. Por otro lado, el aluminio es un material menos resistente que el acero, por lo que se necesitan piezas más gruesas para obtener la misma resistencia a los impactos, o realizar aleaciones con otros materiales.
  • La reparación del aluminio resulta más complicada y los talleres deben tener las herramientas necesarias y específicas para ese material, lo cual implica un mayor gasto en material y en horas de trabajo, lo que resulta en un mayor precio por hora.
  • En ocasiones los talleres pueden no tener el personal o material necesario para efectuar reparaciones en carrocerías de aluminio, lo que puede derivar en gastos de piezas especiales de fábrica o incluso en enviar los coches a centros oficiales en el extranjero.

 

El caso del Tesla Model S

La polémica sobre los precios en las reparaciones en los coches de aluminio surgió acerca de los datos recogidos por Green Car Reports, en el que los dueños del Tesla Model S (fabricado en aluminio) afirmaban que tenían que gastar alrededor de 5.000 euros para reparar pequeños rayones o abolladuras laterales, mientras que la reparación de un golpe frontal menor ascendía a 30.000 euros. Los talleres que quieren dar servicio a este tipo de marcas y vehículos también sufren el impacto del aluminio. Algunas empresas señalaron haber gastado alrededor de 80.000 euros en adaptarse a los estándares de Tesla, lo cual les obliga a cobrar sumas desorbitadas por piezas muy básicas. Las empresas de componentes señalan que Tesla cobra alrededor de 80 euros por un simple tubo de aluminio para sellado de juntas.

Parece claro que el aluminio es una solución interesante para la eficiencia de los vehículos, pero ¿a qué precio para los talleres y usuarios?

 

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Categorias: Curiosidades