10 síntomas de que el taller necesita ponerse al día

Por Ruta 401

Adaptarse a los cambios y a la evolución del sector y del mercado debe ser uno de los objetivos principales de cualquier negocio o empresa y, por lo tanto, de cualquier taller. Para ello, es importante la autocrítica, reconocer e identificar aquellas parcelas en las que nos hemos quedado atrás, por decirlo de alguna manera. En este post, te mostramos 10 síntomas indicativos de que el taller necesita modernizarse.

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Pérdida de ingresos

El primer y más evidente síntoma de que algo no funciona en el taller es la pérdida de ingresos. Lo sabemos, no hace falta ser un genio para llegar a esta conclusión, pero también hay que valorar las causas que han llevado a esa consecuencia.

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Pérdida de clientes

El síntoma anterior se ve aún más reforzado si ya no van al taller los clientes que antes sí iban, es decir, cuando se comienzan a perder clientes que estaban fidelizados.

Nuestros servicios no están a la altura

Llegados a este punto, hay que valorar si se ha llevado a cabo una política adecuada: ¿hemos brindado los servicios adecuados a un precio competitivo?, ¿qué ofrece la competencia que nosotros no ofrecemos? O quizá estamos fallando en el trato al cliente o en los plazos de las reparaciones.

Los talleres cercanos han aumentado el número de clientes

Posiblemente la competencia ofrece algo que nosotros no. Lo más probable es que nos hayamos quedado atrás en algún momento, sobre todo, si hay talleres cercanos creciendo en número de clientes (¡más aún si es en detrimento nuestro!).

Falta de personal o falta de optimización de procesos

El cambio, la evolución, también se puede referir a cuestiones de personal y, ¡ojo!, no tiene por qué referirse a algo negativo. Puede que el taller esté creciendo y se necesiten más profesionales o reestructurar la organización de los operarios.

Equipo obsoleto ante la nueva demanda

La industria automotriz avanza a pasos agigantados y no estaremos preparados si no tenemos el equipo, las piezas y el personal necesario para trabajar con los modelos más actuales.

Falta de eficiencia y pérdida de rentabilidad

Peor aún es si nuestra maquinaria, equipos o herramientas están obsoletos o deteriorados, ya que nos impiden realizar las reparaciones correctamente en tiempo y forma, y reducen la rentabilidad de cada tarea.

No cumplimos con la normativa

Hay que prestar atención a las normativas legales en lo que respecta a la humedad en el taller, ventilación o gestión de recursos. Si no cumplimos las reglas en este sentido, la puesta al día es más que obligatoria.

Somos invisibles

No hay nada peor para la imagen de un negocio que esta no sea reconocible. Al hablar de imagen nos referimos a la imagen corporativa, la imagen de la marca: los colores, los símbolos, los logotipos y los valores que nos caracterizan.

No tenemos página web

Hoy en día resulta mucho más difícil proyectar esta imagen de marca si se huye de internet y las nuevas tecnologías. Tener página web es importante o, al menos, estar presentes en portales de búsqueda de talleres, redes sociales, etc. Una renovación en este aspecto podría darle al taller un empujón muy necesario.

Por supuesto, no todo en esta vida se trata de “renovarse o morir”. Hay talleres que basan buena parte de su reputación en un trabajo más artesanal. Cada taller debe ser libre de evaluar si realmente necesita un cambio. Sin embargo, si observamos algunos de estos 10 síntomas, sí que será conveniente que nos planteemos llevar a cabo algunas acciones para que el negocio goce de nuevo de una buena salud.

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Categorias: Gestión, Curiosidades